Monitoring the development of a Metacanthus maghrebinus egg, from its laying until the emergence of the nymph.
This information complements the observations I describe in my previous work:
Sánchez-Ruiz, M. 2019. Species Metacanthus (Metacanthus) maghrebinus. Péricart, 1977. En: IBERFAUNA. El Banco de Datos de la Fauna Ibérica. Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Enlace: http://iberfauna.mncn.csic.es/showficha.aspx?rank=T&idtax=129172
(Fecha de acceso: 30/05/2020).
Sola Fernández, J.M., 2019 Metacanthus (M.) maghrebinus : observaciones de campo de una especie necrófaga
In the previous work and the result of many hours of field work, I was able to photograph the eggs of this species and the result of the observation was to attend three egg layings which I followed patiently to document their development, find out the time that they took to hatch and observe the emergence of the nymph and immediately following moments.
Continuing with the field investigations, as soon as I observed the copulations, I decided to be on the lookout to try to locate and follow the females to film the hatching and confirm the data that I already had previously, that is, the eggs hatched after seven days. of its setting, as I describe in the book and later in the article about this insect.
Having located the females and setting up a 12-hour guard daily (once the biology of the insect is known, it is more or less easy to know where they are going to move), I attended the putting of two females. On the first day a female laid two eggs nearby, inside a spider web of the Holocnemus genus and on the following day, on another web also from Holocnemus, another female laid five eggs. I already commented in my works that they used to lay from 2 to five eggs maximum, according to my observations. For proximity to my home I chose an egg and he had to do the follow-up, taking a daily photograph, the first six days and on the last day to stand guard in front of the egg until it hatches.
My surprise was and with it I provide new data on the biology of this insect, which did not hatch after seven days and as planned, so I had to be in that situation for three more days, even making early morning visits and not hatching. . However, there were no apparent changes to indicate that the eggs were wrong, it would have been a coincidence that all the eggs were wrong or that some insect had pricked them, in short, I did not understand what was happening. On the fourth day of waiting and surveillance, when he was about to give up his job, hatching began, after ten and a half days. Not only did the one who was watching hatch, but the other one that put the female near the previous one.
CONCLUSION. I have no choice, after having checked again and again the times of the follow-ups of the previous year, that it is the ambient temperature that accelerates or slows down the evolution of the egg. As these are the first and the nighttime temperatures drop quite a bit, the hatching of the egg slows down, compared to last year, which I located in August with very high day and night temperatures, about three and a half days (170 hours in the middle of August at 250 hours with the cool spring weather).
The times measured for August of last year were about three eggs. The times measured for this month of May are about seven (five plus two) eggs (from different females and different locations).
Below I show, in a photographic sequence, those moments that I have thought most interesting and the sequence in color, which changes with the maturation of the embryo).
The putting date was May 19, 2020. During the first six days I was maiking the photographs every 24 hours, later and until the hatching I was taking them randomly until the nymph emerged.
In the last photograph it is seen perfectly how leaving the egg leaves the yolk sac and the chorion.
30 de Mayo de 2020
Seguimiento del desarrollo de un huevo de Metacanthus maghrebinus, desde su puesta hasta la emergencia de la ninfa.
Por: José Miguel Sola – Granada (jmsolaf@gmail.com)
Esta información complementa a las observaciones que describo en mi anterior trabajo:
Sánchez-Ruiz, M. 2019. Species Metacanthus (Metacanthus) maghrebinus. Péricart, 1977. En: IBERFAUNA. El Banco de Datos de la Fauna Ibérica. Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Enlace: http://iberfauna.mncn.csic.es/showficha.aspx?rank=T&idtax=129172
(Fecha de acceso: 30/05/2020).
Sola Fernández, J.M., 2019 Metacanthus (M.) maghrebinus : observaciones de campo de una especie necrófaga
En el trabajo anterior y fruto de muchas horas, de trabajo de campo, pude fotografiar los huevos de esta especie y fruto de la observación fue asistir a tres puestas de huevos a las que seguí pacientemente para documentar el desarrollo de los mismos, averiguar el tiempo que tardaban en eclosionar y observar la emergencia de la ninfa y momentos inmediatamente siguientes.
Siguiendo con las investigaciones de campo, en cuanto observé las cópulas, decidí estar pendiente para tratar de localizar y seguir a las hembras para filmar la puesta y confirmar los datos de los que ya disponía anteriormente, es decir, los huevos eclosionaban a los siete días de su puesta, tal y como describo en el libro y posteriormente en el artículo sobre este insecto.
Una vez localizadas las hembras y montando guardia de 12 horas diarias (una vez conocida la biología del insecto, es mas o menos fácil saber por donde se van a mover), asistí a la puesta de dos hembras. El primer día una hembra colocó dos huevos cercanos, dentro de una tela de araña del género Holocnemus y al día siguiente, en otra tela también de Holocnemus, otra hembra colocó cinco huevos. Ya comentaba en mis trabajos que solían poner de 2 a cinco huevos como máximo, según mis observaciones. Por cercanía a mi domicilio escogí un huevo y a él le tenia que hacer el seguimiento, tomando una fotografía diaria, los seis primeros días y en el último día montar la guardia delante del huevo hasta su eclosión.
Mi sorpresa fue y con ello aporto nuevos datos sobre la biología de este insecto, que a los siete días y como estaba previsto, no eclosionó, por lo que tuve que estar en esa situación tres días mas, incluso haciendo visitas de madrugada y no eclosionaba. Sin embargo, no había cambios aparentes que indicaran que los huevos estaban mal, hubiese sido mucha casualidad que todos los huevos estuviesen mal o que algún insecto los hubiera pinchado, en definitiva, no entendía que estaba pasando. Al cuarto día de espera y vigilancia, cuando ya iba a dar por perdido el trabajo, comenzó la eclosión, después de diez días y casi medio. No solo eclosionó el que estaba vigilando, sino el otro que puso la hembra cerca del anterior.
CONCLUSION. No me queda mas remedio, después de haber comprobado una y otra vez los tiempos de los seguimientos del año anterior, que es la temperatura ambiente lo que acelera o retarda la evolución del huevo. Como estos son los primeros y las temperaturas nocturnas caen bastante, la eclosión del huevo se retarda, con respecto a los del año pasado que localicé en el mes de Agosto con temperaturas diurnas y nocturnas muy elevadas, unos tres días y medio (de 170 horas en pleno Agosto a 250 horas con el tiempo fresco de primavera).
Los tiempos medidos para Agosto del año pasado fueron sobre tres huevos. Los tiempos medidos para este mes de Mayo son sobre siete (cinco mas dos) huevos (de hembras diferentes y emplazamientos diferentes).
A continuación muestro, en una secuencia fotográfica, aquellos momentos que he creído mas interesantes y la secuencia en el color, que va cambiando con la maduración del embrión).
josemiguelsola
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